martes, 8 de noviembre de 2011



LOS CELOS INFANTILES, ORIENTACIONES

En un artículo anterior tratamos el tema de los celos infantiles, sus posibles causas, los celos y la educación en el hogar, así como algunas estrategias para tratar que esta etapa, normal en el desarrollo de los niños, no se convierta en una alteración de la convivencia y el desarrollo normal del niño.
En el presente artículo, y para completar el anterior, les vamos a dar algunas pautas de orientación para aquellas situaciones en las que aparecen los celos infantiles.
En primer lugar vamos a ver las situaciones que pueden dar causa a los celos en el niño/a:
CAUSAS DE LOS CELOS
Existen distintas situaciones que pueden provocar en el niño el temor a perder el afecto de los padres o el sentimiento de haberlo ya perdido. Entre ellas, podemos destacar:
- Nacimiento de un hermano: desde el punto de vista del hermano/a celoso/a, el recién nacido requiere que los papás le brinden una serie de cuidados y atención que provocan la pérdida de un tiempo que antes le dedicaban a él. La conducta de la mamá hacia los hijos cambia durante y después del embarazo, pudiendo volverse más impaciente o con mayor facilidad a enfadarse: éstos cambios, que están asociados a la gestación, provocan que el hermano haga responsable de ellos al bebé.
- Los favoritismos y preferencias de los padres: a veces de una forma abierta y otras solapadamente, los papás manifiestan preferencias por uno de los hijos, lo que crea celos en los otros. Puede existir una situación especial que se crea entre dos hermanos cuando alguno de ellos presenta algún tipo de deficiencia, sobre todo física, con lo que acapara la atención y protección de los papás.
- La excesiva dependencia o necesidad de uno de los padres por parte del niño: normalmente de la mamá, lo cual provoca celos hacia al otro progenitor por considerarle rival.
- El sentimiento de inseguridad y de inadaptación: el niño o la persona insegura habitualmente envidia a los demás; estos sentimientos suelen ser el resultado de situaciones de ridículo en la infancia, de sentirse rechazado o bien criticado de forma severa. Hay que evitar alentar la competencia entre hermanos, pues ello favorece la presencia de los celos.
Al niño/a no le es fácil compartir a su mamá ni con el papá ni con el hermano, pero con éste último le es más difícil porque es más parecido a él.
EL PRIMOGÉNITO ANTE EL NACIMIENTO DE UN HERMANO
Las reacciones del primogénito ante el nacimiento de un nuevo hermano, dependen más de la edad en que se produce el nacimiento que del sexo (aunque los niños se retraen más que las niñas)
Cuando la diferencia de edad es mucha, se puede producir que el hermano mayor mime excesivamente al pequeño y, de esta manera, lo vuelva dependiente y malcriado, por lo tanto es preferible evitar cargar al hermano mayor con la responsabilidad del hermano menor.
Cuando la diferencia de edad es poca, entre 18 meses y 4 años, es cuando más se agudiza la sensibilidad ante el nacimiento de un nuevo hermano. Las reacciones más frecuentes que se pueden producir son:

1. Cambios en el comportamiento:
  • Se incrementa la desobediencia
  • Más llorones y tercos
  • Irritables e inquietos
  • Agresividad creciente dirigida al principio contra la mamá y posteriormente contra el hermano
  • Retraimiento que desemboca en relación hostil con el hermano
  • Afectuosidad excesiva hacia el bebé.
2. Conductas infantiles
  • Comienza a chuparse el dedo
  • Vuelve a orinarse o defecarse encima
  • Utiliza de nuevo el "lenguaje bebé"
  • Vuelven las rabietas y pataletas
  • Se producen cambios en el sueño
  • Se incrementan las conductas rituales
3. ¿A qué niños afecta más?
Depende de varios factores:
  • Edad: en niños menores de 5 años se da más frecuentemente
  • Relación con los padres antes del nacimiento del bebé: Por parte de la relación con el papá, se ha comprobado que cuando el niño/a tiene una relación estrecha con él antes del nacimiento, los conflictos con la mamá tras el nacimiento del bebé son mucho menos marcados. Por parte de la relación con la mamá, cuando ésta se encuentra cansada o deprimida tras el nacimiento del bebé, habitualmente cambia su comportamiento y hábitos, incluidos los que tenía con el primogénito, motivo por el cual ante estos cambios, los primogénitos suelen reaccionar retrayéndose.

LOS CELOS DEL MENOR HACIA LOS MAYORES
No solamente el primogénito siente celos, también se da la circunstancia que los pequeños envidian a los mayores. El caso del niño de "en medio", en una familia de tres hijos, es el más difícil ya que puede sentir que no cuenta ni con las ventajas del mayor ni con las del pequeño. Algunas reacciones que se pueden dar en el niño/a:
El mayor le sirve de modelo, se identifica con él, quiere hacer las mismas cosas e imitándolo va aprendiendo por si solo y desarrollándose rápidamente. Esto, que puede ser beneficioso, se convierte en perjudicial cuando la identificación y admiración es tan grande que bloquea la personalidad del menor. Puede llevar a que el niño coloque al mayor como un "tope" imposible de rebasar y entonces el pequeño:
- Se aferra a la madre y no quiere crecer: se chupa el dedo, se orina, mantiene un lenguaje infantil,..., o
- Se vuelve un rival agresivo y envidioso: es lo más frecuente, muchas veces se intenta toda la vida superar a los otros; esta agresividad envidiosa se manifiesta principalmente en terquedad, como una oposición sistemática a lo que haga el mayor.
COMO AYUDAR A LOS HIJOS ANTE EL NACIMIENTO DE UN NUEVO HERMANO

1. Preparar al niño para la llegada de un hermano
La preparación ayuda mucho al niño, pero no por ello se evitan los celos. Aunque el niño/a lo comprenda todo racionalmente se puede sentir abrumado emocionalmente.
Lo fundamental para preparar al niño es que éste comprenda que se le va a seguir queriendo. No adelantaremos acontecimientos diciéndole que jugará con su hermanito ya que aún tendrán que pasar muchos meses para que esto ocurra.
Durante el embarazo, sobretodo si los niños tienen entre 4 y 6 años, será habitual que hagan muchas preguntas sobre temas sexuales y de reproducción; es un buen  momento para comenzar una buena educación sexual 
2. Cambiar lo menos posible la rutina del niño tras el nacimiento del hermano.
En distintos estudios se ha comprobado que la atención que recibe el primogénito disminuye considerablemente, al tiempo que cambia su rutina tras el nacimiento del nuevo hermano. Esto afecta mucho al niño/a, por lo tanto hay que procurar controlar su tiempo especial, los ritos para acostarse, seguir diciéndole lo mismo sobre lo que está permitido y lo que no,...
3. Mantener al niño/a aislado de la madre el menor tiempo posible.
Mientras que la madre da a luz, es habitual enviar al primogénito con otros familiares. Nuestra recomendación es que hay que tratar que se ocupe el papá y si no puede, que el niño/a esté alejado de la madre el menor tiempo posible. Incluso es conveniente que visite a su madre en la clínica, tratando que sea en un momento tranquilo en el que esté sólo la familia.
4. Hablar de "igual a igual" con el primogénito
La rivalidad suele disminuir cuando la mamá habla con el primogénito de igual a igual respecto al bebé. Comentar lo que el bebé puede sentir o necesitar, llamar la atención del niño ante el interés del bebé por él, hacia lo que le gusta y lo que no. Por ejemplo: "A ella le gusta mirarte","¿Se habrá enfadado por despertarle? "no sonreirá si le gritas porque le asusta un poco" "Escucha a la pequeña Isabella, quiere su tetero". También se puede preguntar al niño lo que cree que quiere o siente el bebé.
5. No hacer comparaciones
6. Prestar atención al mayor y hacer que lo hagan los demás
Es necesario dedicar cada día un tiempo exclusivo para el primogénito/a. El niño puede esperar este tiempo y confiar en él.
7. Nunca alejar al mayor por el nacimiento de un hermano
En muchas ocasiones, con la finalidad de tener más tiempo para atender al recién nacido, se confía al hermano mayor durante un tiempo a otras personas. Es muy necesario que evitemos esto, ya que la amenaza de abandono que el primogénito puede estar sintiendo, se concreta aún más y puede dar lugar a perturbaciones en su comportamiento, o a sentimientos dolorosos.
8.-No "consentirle" todo al pequeño
Muchas veces el pequeño se aprovecha de que los papás son más condescendientes con él. Esto puede traducirse en que comience a molestar al mayor destruyendo sus realizaciones y éste reaccionar con violencia. Hay que tratar de no reprender muy fuertemente al mayor, al mismo tiempo que no se consuela mimosamente al pequeño. Es mejor regañar al pequeño suavemente para que sea más cuidadoso y ayudar al mayor a rehacer su construcción.

Como hemos tratado en los dos artículos dedicados a esta temática, los celos son una etapa normal en el desarrollo de los niños/as, la cual hay que atravesar. No se pueden evitar, tan sólo ayudar a que sean menos dolorosos y a no fomentarlos. Como en todos los casos en que hay una conducta que hay que modificar, habrá niños/as que con una pauta verán minimizados su sentimientos celosos, así como otros en los que el sentimiento sea más pronunciado y por lo tanto necesitarán de los papás mayor atención y la aplicación de más pautas.
Como siempre les sugerimos, en caso de tener que seguir estas recomendaciones, no sólo deben hacerlo papá y mamá, sino que éstos deben hablar e informar a todos los familiares que participen en la formación y crecimiento del niño/a, con la finalidad que todos los miembros de la familia vayan en la misma dirección y no se produzcan contradicciones que provoquen, sin desearlo, la acentuación del sentimiento celoso.
JARDÍN INFANTIL PÁRVULOS
DIRECTIVA