lunes, 21 de agosto de 2017

MIRA CÓMO CREZCO. I LA BIENVENIDA


Hay un breve capítulo en la historia de la mayoría de niños y niñas que con el tiempo suele olvidarse. Dura muy poquito, pero resume muchas cosas a la vez. Es aquel en el que el equipo del hospital en donde ha nacido el pequeño entrega con una sonrisa a los papás toda la responsabilidad con respecto a su bebé. A partir de entonces ya no dispondrán de un “entrenador especializado” que les ayude con sus dudas. La familia se despide del equipo de especialistas del hospital y en unos minutos ya están en la calle, puertas afuera del hospital.


Es el comienzo de una nueva aventura. La ilusión y la alegría se mezclan con el miedo. Por muchos consejos que nos hayan dado nuestros amigos y familiares, libros, revistas, sentido común, etc., nunca estaremos seguros de saber hacer las cosas del todo bien. Es decir, de no equivocarnos. Esa mezcla de ilusión, incertidumbre y miedos acompañará a los nuevos padres toda la vida, sobretodo hasta que ese pequeño bebé que llevamos en brazos se convierta en un adulto. Y aunque no lo parezca, el tiempo pasará volando...


RECOMENDACIONES PARA CADA ETAPA


Esta es la introducción a una serie de artículos semanales en los que vamos a dar nuestra opinión y consejos sobre cómo se desarrolla y madura el ser humano a lo largo de la infancia. Abordaremos desde los primeros meses de vida, hasta los 6 años de edad, etapa durante la cual muchos de sus hijos e hijas nos acompañan en la etapa del Jardín Infantil. Tendremos en cuenta los avances físicos, intelectuales y emocionales típicos de cada edad.

A pesar que cada niño/a es único e irreemplazable, será inevitable caer en algunas generalidades. Es muy importante, para que estas generalidades no les confundan, que tengan en cuenta que no todas las niñas y niños crecen al mismo ritmo. Por lo tanto, hemos de considerar dos aspectos:
1.Si nuestro pequeño no cumple con todo lo que se apunte, por ejemplo, para los cuatro años, nunca debemos pensar que es debido a que sufra algún tipo de atraso.
2.Tampoco hemos de pensar que si nuestr@ hij@, a los tres años ya muestra capacidades de cuatro, es porque es un
fenómeno o un superdotado.
Para eso tipo de cuestiones siempre recomendaremos y emplazaremos a la opinión rigurosa y especializada de un especialista sanitario.
No debemos olvidar tampoco que todas las personas somos, al mismo tiempo que bastante iguales, diferentes. Cada niña y cada niño llegan al mundo con una predisposición natural hacia un conjunto u otro de habilidades. Estas habilidades, el entorno en el que el niño crece y las posibilidades que tengan de explorar su creatividad y el mundo que les rodea, contribuirán al desarrollo de su personalidad. Será fundamental siempre la comprensión de papá y mamá, su apoyo, y que en cada minuto de su vida sepa que le queremos y respaldamos, sobre todo cuando se
equivoque. En ningún momento debe dudar de que siempre nos tendrá a su lado para ayudarle a superar las dificultades.
Igual de importante para el buen desarrollo y formación de los pequeños, será nuestra firmeza a la hora de enseñarle las claves de la responsabilidad y la disciplina, para extraer lo mejor de sí mismo y aprender a rechazar lo peor. Para irse conociendo, conocer a los demás y, cuando llegue la hora, madurar como persona y afrontar de la mejor manera posible los retos de la vida.
Ustedes van a ser su madre y su padre. Su referencia. Su modelo. Con ustedes van a aprender, además de a andar, hablar o leer, qué es el apego. Y también a que ese apego no se convierta en dependencia que no les permita desplegar sus alas y volar.


QUÉ VAMOS A TRATAR Y QUÉ NO



En esta serie de artículos no abordaremos el ámbito académico y/o el futuro profesional de los niños. Nos vamos a centrar en los aspectos relacionados con su evolución personal. En cómo lograr que todos esos talentos innatos con los que los bebés llegan al mundo se desarrollen plenamente a lo largo de sus primeros años de vida: la curiosidad, la sociabilidad, la creatividad, la superación personal...

Trataremos sobre las habilidades físicas, intelectuales y emocionales de cada etapa. Para ello no podemos olvidar que desde su primer día de vida, la personita que llevamos en brazos es tan completa y compleja, a su manera, como nunca podremos imaginar.
Con la intención que estos artículos sean de fácil lectura, tratando que no sean demasiado especializados, es inevitable que nos veamos obligados a sintetizar y simplificar muchos conceptos e ideas.
Como padres y madres, no deben olvidar ustedes que cualquier ser humano, por pequeño, indefenso y aparentemente ajeno a cuanto le rodea que nos parezca, es el más asombroso milagro de la evolución. A pesar que otros seres vivos también se centran en la protección y buena crianza de sus cachorros, en el caso de nuestra especie hay algo que es único: la etapa de niñez de nuestra especie es la más larga de todas las especies.

* PRIMEROS DÍAS: LLEGANDO A CASA
Tras varios días en el Hospital, papá y mamá llegan a casa con el recién nacido. La primera novedad, ese espacio en el que hasta hoy eran dos, se convierte de repente en un lugar al que llega una nueva vida, una nueva luz, un nuevo y pequeño ser comienza a formar parte de ese espacio llamado Hogar.

No puede faltar la primera foto
nada más entrar. A continuación papá y mamá le muestran al bebé el lugar que le han preparado con tanto amor para que esté lo más cómodo posible. Puede ser una gran habitación llena de peluches o una cómoda cunita en la habitación de los papás. ¿Qué más da? Esto no es lo más importante. El lugar del recién llegado son papá y mamá, sobre todo, la mamá. No en vano ya llevan juntos muchos meses. Algunos de sus sentidos ya funcionan muy bien, otros aún están en proceso de desarrollo. Con esas herramientas, y como ya hacía mientras permanecía en el útero, el bebé investiga su entorno.



Dadle un beso. Cantadle. Acariciadle.



Y esta es la primera lección que papá y mamá deben explicar y transmitir al bebé recién llegado a la casa: qué es sentirse querido. Y esta lección es la que les ocupará durante los primeros días.



Nos vemos en el próximo artículo, en el que trataremos sobre los primeros tres meses de vida del bebé 

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